1 - Reforzar la función inmunológica
Los limones son ricos en vitamina C, muy útil en el papel de apoyo a la función inmunológica, pudiendo reducir los riesgos de infecciones respiratorias. La vitamina C, encontrada en este citrino, tiene también efectos anti-inflamatorios, siendo utilizado como apoyo suplementario para quienes sufren de asma u otros problemas respiratorios. Contiene todavía saponinas (glucósidos del metabolismo secundario vegetal) que son ricas en propiedades anti-microbianas, protegiendo de la gripe. Por último, la vitamina C, ayuda a la absorción del hierro por el organismo.
2 - Desintoxicar el cuerpo
Aunque el sabor del limón es ácido, este fruto es, de hecho, uno de los alimentos más alcalinos, y es al entrar en nuestro cuerpo que se vuelve alcalino. La vitamina C y el ácido cítrico son fácilmente metabolizados por el cuerpo, ayudando a alcalinizar la sangre.
3 - Ayudar a la digestión de alimentos
El limón se utiliza tradicionalmente como auxiliar en la digestión. Pensado para purificar y estimular el hígado, el zumo de limón es tradicionalmente recomendado para soportar el ácido clorhídrico en el estómago, durante la digestión. La vitamina C ha estado asociada a la reducción del riesgo de úlcera péptica, causada por la bacteria Helicobacter Pylori.
4 - Impulsar la energía
El zumo de limón da a su cuerpo energía extra, ya que influye en el proceso digestivo, y ayuda a reducir la ansiedad y la depresión. Incluso sólo el olor a limón puede tener un efecto calmante en el sistema nervioso.
5 - Hidratar
Comenzar cada mañana con una taza de agua tibia y limón estimula la digestión durante todo el día, y limpia el cuerpo de las toxinas.
6 - Promover la cicatrización
La vitamina C, promueve, la cicatrización de las heridas y es un nutriente esencial para el mantenimiento de tejidos sanos, huesos y cartílago. La vitamina C es aún esencial en la recuperación de lesiones y en el combate al estrés.
7 - Purificación de la piel
La vitamina C y todos los antioxidantes del limón combaten los daños colaterales en la piel causados por la exposición a los rayos ultravioleta, responsables de gran parte de los síntomas de envejecimiento. La ingesta de antioxidantes puede ayudar a compensar estos daños, minimizando las arrugas. Además, el zumo de limón se puede aplicar directamente en las manchas y las cicatrices, a fin de regenerar la piel.
